¿QUÉ ES LA ENFERMEDAD CELÍACA?

La enfermedad celíaca fue definida en 2012 como un desorden sistémico con base inmunológica causado por la ingesta de gluten en personas con predisposición genética. Se trata de una enfermedad de naturaleza inflamatoria y autoinmune que se inicia en el intestino, pero que frecuentemente afecta a otras funciones del organismo, no solo la digestiva. Se puede desarrollar a cualquier edad y es de por vida. Se estima que afecta a entre el 1% y el 2% de la población, aunque sólo está diagnosticado 1 de cada 5-8 afectados. 

¿Qué es el gluten?

El gluten es una proteína presente en los granos de los cereales trigo, cebada, centeno y avena, así como en sus variedades naturales e híbridas, como la espelta y el kamut® (variedades antiguas de trigo), el triticale (híbrido de trigo y centeno) y el tritordeum (híbrido de trigo y cebada). 

¿Qué produce?

La enfermedad celíaca provoca una lesión inflamatoria característica en el intestino delgado acompañada, en la mayoría de los casos, de una atrofia de las vellosidades intestinales. Como consecuencia de ello, puede existir un problema de malabsorción de nutrientes, que da lugar a déficits de minerales como el hierro o el calcio, de vitaminas como el ácido fólico, o de grasas. 

¿Cuáles son los síntomas?

En la primera infancia, la enfermedad celíaca se suele manifestar con síntomas digestivos, como diarrea y/o estreñimiento, dolor y distensión abdominal, pérdida de apetito, retraso de crecimiento o alteraciones del carácter. En niños mayores y adolescentes puede haber síntomas digestivos, pero es más habitual encontrar alteraciones analíticas, como la anemia ferropénica o la hipertransaminasemia, talla baja y síntomas extradigestivos, como aftas orales, dolores articulares, fatiga o problemas con la menstruación. En adultos, los síntomas digestivos, si los hay, suelen ser leves, como gases o pesadez después de las comidas. En cambio, son bastante patentes las manifestaciones extradigestivas: osteoporosis, dolores óseos y articulares, adormecimiento de extremidades, calambres musculares, anemia, fatiga crónica, ansiedad, depresión, infertilidad, abortos, etc. En grupos de riesgo, como son los familiares directos del paciente, puede ser asintomática. 

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico requiere realizar un análisis en el que se valoren anticuerpos específicos en sangre y una biopsia de duodeno para confirmar si efectivamente existe una lesión intestinal característica de la enfermedad celíaca. Además, de manera opcional, se puede realizar un estudio genético que determina si el paciente tiene o no predisposición a la enfermedad. En el caso de niños y adolescentes que cumplan una serie de criterios, puede efectuarse el diagnóstico sin necesidad de realizar la biopsia intestinal, a juicio del especialista de digestivo. Estas pruebas diagnósticas sólo tienen validez si el paciente está haciendo dieta normal con gluten. 

¿Tiene relación con otras enfermedades?

La enfermedad celíaca se asocia, principalmente, con enfermedades inmunológicas (diabetes mellitus tipo 1, tiroiditis autoinmune, déficit de inmunoglobulina A) y síndromes cromosómicos (Down, Turner, Williams). 

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento de la enfermedad celíaca consiste en hacer una dieta sin gluten estricta durante toda la vida, lo que conlleva una normalización clínica y funcional, que incluye la regeneración del daño intestinal. La dieta sin gluten implica consumir sólo aquellos alimentos en los que la ausencia de gluten está garantizada. 

¿Qué otras patologías provoca el gluten?

Dermatitis herpetiforme

La dermatitis herpetiforme es una manifestación cutánea de la enfermedad celíaca que afecta a un 5-6% de los celíacos. Se diagnostica mediante biopsia de piel sana y el tratamiento es la dieta sin gluten. 

Ataxia por gluten

La ataxia es un problema neurológico que afecta a la coordinación de movimientos y que puede ser causado por el gluten. Se diagnostica en pacientes con síntomas de ataxia que tienen anticuerpos específicos de enfermedad celíaca en sangre y mejoran al hacer la dieta sin gluten, aunque el grado de mejoría depende de lo avanzada que se encuentre la enfermedad. 

Sensibilidad al gluten no celíaca

El concepto de sensibilidad al gluten no celíaca es muy reciente y se aplica a pacientes con síntomas de enfermedad celíaca que mejoran al hacer la dieta sin gluten, tras descartar la enfermedad celíaca y la alergia al trigo. Se estima que afecta al 1-6% de la población, aunque por el momento no existen pruebas diagnósticas específicas ni está demostrado que el gluten sea el causante. 

Alergia alimentaria al gluten

La alergia alimentaria al gluten es una reacción inmunológica rápida, en ocasiones severa, que se produce tras la ingestión de alimentos que contienen gluten. Puede provocar desde una simple reacción cutánea hasta un choque anafiláctico que pone en riesgo la vida del paciente. También se puede manifestar con síntomas digestivos que se confunden con los de la enfermedad celíaca. Se diagnostica mediante tests cutáneos específicos y detección de inmunoglobulina E (IgE) específica de trigo en la sangre. Se confirma con una prueba de provocación controlada en un centro sanitario. Afecta a menos del 0,1% de la población. 

¿Qué ocurre cuando no se sigue el tratamiento?

El consumo continuado de gluten, aunque sea en pequeñas cantidades, puede causar trastornos importantes y no deseables a largo plazo, aún no existiendo síntomas, como problemas neurológicos (migrañas, hiperactividad, déficit de atención, pérdida de memoria, demencia precoz), psiquiátricos (ansiedad, depresión), reproductivos (infertilidad, abortos), óseos y musculares (dolores articulares, osteoporosis, mayor riesgo de fracturas, debilidad), entre otros. 

¿Supone un obstáculo tener que hacer una dieta sin gluten?

Las enfermedades causadas por el consumo de alimentos con gluten no deben suponer un obstáculo para el desarrollo de una vida normalizada, ya que dejan de ser un problema una vez diagnosticadas y tratadas adecuadamente, pese a las limitaciones que conlleva hacer la dieta sin gluten.

Los padres de niños celíacos no deben prohibirles la asistencia a fiestas, cumpleaños o campamentos escolares. Sí deberán hablar con los responsables de esas actividades a fin de informarles sobre la dieta que deben seguir y la importancia de no transgredirla.

Del mismo modo, los pacientes adultos no tienen por qué verse limitados a la hora de realizar cualquier actividad, aunque deben prestar especial atención a la hora de elegir los productos que consumen.

En la mayoría de los casos, la relación con otros pacientes constituye una fuente de ayuda mutua a la hora de comprender estas patologías, realizar adecuadamente la dieta sin gluten y superar las dificultades que surgen en el día a día, para lo cual la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten de la Comunidad de Madrid ofrece toda su ayuda y apoyo.

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